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EMILE ARMAND

Anarquista francés, el más importante exponente del individualismo anarquista y del amor libre en los primeros años del siglo XX.
Émile Armand, seudónimo de Ernest-Lucien Juin (1872-1962) fue un influyente escritor y activista anarquista individualista francés, propagandista del amor libre/poliamor y anarco-pacifista.1 Escribió para revistas anarquistas como L’Ère nouvelle, L'anarchie, L'EnDehors1 y L'Unique. Su pensamiento esta principalmente influenciado por intelectuales como Max Stirner, Benjamin Tucker, Charles Fourier, Friedrich Nietzsche y el Trascendentalismo americano.


Emile Armand fue un hombre completo: ensayista, poeta, periodista, editor y traductor. Temía las novelas, los versos alejandrinos y los géneros y espíritus que pretenden fundar la belleza en el estricto cumplimiento de reglas formales. Por momentos, su escritura se torna pegajosa, algo repulsiva, sentimental, pero este incidente responde a la sinceridad de un hombre que no podía ni quería tomar distancia de su pasión. Ya había tomado demasiada distancia en el pasado: para él era tiempo de estrecharse. Los títulos de algunas de sus publicaciones lo atestiguan: Los Refractarios, Fuera de la Manada, Más allá de la pelea, El Unico.
El prejuicio corriente indica que individualismo es sinónimo de ofuscamiento, escepticismo, melancolía y repulsión. Que si el individualismo fuera animal, sería alimaña, si fuera estación, sería invierno y si fuera habitación sería sótano. Indica también que la sensibilidad individualista es en realidad una clausura de los sentidos, un cerramiento egoísta hacia un yo que se cree centro del mundo. Para qué negarlo, para los individualistas anárquicos es cierto que cada uno es el centro del propio mundo: no hay Una Sola Tierra, por más que la física se siga esforzando en establecer sus coordenadas cósmicas. La negación de esta condición unívoca es característica del hombre que, predicando una filantropía meramente discursiva, practica con violencia una centralidad irrespetuosa. Eso es lo que observó Armand: ser único no es ser el único, y ser entre otros no es ser cualquiera. El problema es que la "cuestión del centro" ha sido curiosamente malinterpretada por la manada de "altruistas".
El individualismo de Armand responde con una sonrisa a los prejuicios tradicionales, uno de los cuales es el sexual. Es el individualismo de la alegría. Y la alegría es prima hermana del erotismo. Aún así, es exagerado considerar a Emile Armand como un profeta de la libertad sexual. Claro que él la practicaba y la pregonaba, es cierto, pero éste era un pregón dirigido a unos pocos, unos compañeros de alma que pudieran reconocer el latido de la libertad en sus ricas formas. "El individualista es generalmente un hombre muy sensible, un contemplador, un meditador, un aficionado a la observación social y el análisis personal", comenta el Georges Palante en La sensibilitá individualista.


 EMILE ARMAND - EL ANARQUISMO INDIVIDUALISTA







 EMILE ARMAND - CAMARADERIA AMOROSA







 EMILE ARMAND - FORMAS DE VIDA EN COMUN SIN ESTADO NI AUTORIDAD






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